Salidos los humanos, naturaleza se regenera en lo que fue la vieja Barquita, en SDE y SDN

Luego de cuatro años el Gobierno decidió reubicar a más de 1,400 familias de la vieja Barquita, en Santo Domingo Este (SDE) ya prácticamente la naturaleza recuperó el espacio que los asentamientos humanos habían arrebato a la ribera del río Ozama.

Hoy, más de cinco hectáreas muestran el verdor que por décadas de asentamiento humano se había convertido en la zona más vulnerable a los fenómenos de la naturaleza; ahora conecta con el Parque Manantiales del Cachón de la Rubia, principal pulmón ecológico de Santo Domingo Este.

Sin embargo, hay un gran reto, evitar que quienes habitan en la parte superior de los barrios Puerto Rico, Catanga, Vietnam, Juan Pablo II y otros al norte de la avenida San Vicente de Paúl, dejen de lanzar los residuos sólidos por cañadas y pendientes.

La vegetación se encuentra recuperada en más de un 95%, de acuerdo al ingeniero Luis Carrasco, encargado de Planificación y Desarrollo del Jardín Botánico Nacional, que tiene a cargo el cuidado del Parque Ecológico Fluvial La Barquita (PEF-LB).

Los árboles. Precisa que han sembrado más de 26 mil plantas nativas y endémicas, razón por la que se han desarrollado de manera vertiginosa.

“Estamos tratando de que ese parque recupere originalmente la flora que había en ese lugar, antes de que fuera invadido por el asentamiento humano”, expone.

Cita plantas frutales como aguacate, almendras, tamarindo, mango y otras, y dentro de las forestales habitan alrededor de 60 especies que habían sido diezmadas.

Afirman que el objetivo del Botánico es hacer una especie de muro floral de plantas, lo que prácticamente es una realidad, de manera tal que las inundaciones en época de grandes lluvias no afecten el área intervenida.

Para ellos, precisa, siembran especies como platanitos, mangles botón, entre otras que formaban parte de la flora nativa de humedales como es la vieja Barquita.

Señala que la gran contaminación de los residuos sólidos y las aguas residuales que bajaban, y que todavía lo hacen desde las alturas, hicieron un enorme daño a la flora nativa y endémica hasta prácticamente desaparecerla.

Obras físicas. El arquitecto Jesús Díaz Félix, encargado de las obras físicas del Parque Ecológico Fluvial La Barquita, por parte de la Unidad Para el Reordenamiento de La Barquita y Entorno (Urbe) explica que en la zona se construyen seis plantas de tratamiento, de las que cuatro han sido terminadas, y las restantes detenidas por la aparición de la pandemia del covid-19.

Señala que esas obras estaban programadas para entregarlas en septiembre próximo, pero que la enfermedad retrasó los trabajos, ya que el presupuesto fue reducido considerablemente por ese motivo.

Díaz Félix suma ahora el cambio de gestión, por lo que habrá que esperar las prioridades de las nuevas autoridades.

Expone que del lado de La Barquita de Santo Domingo Norte de donde fueron reubicadas decenas de familias, también la naturaleza se encargó de recuperar su espacio, por lo que ahí no es necesario plantar más árboles.

Para el encargado de las obras físicas, al igual que el Jardín Botánico, su mayor preocupación es la cantidad de basura que todavía baja al Parque Ecológico Fluvial La Barquita por las pendientes y cañadas.

Explica que aunque hay un gran esfuerzo de la Alcaldía de SDE, por el tema y han sido colocado retenes de residuos sólidos en la parte superior, cuando llueve los desechos bajan hasta zona protegida.

“El tema de la basura es el que realmente presenta ciertos riesgos de este parque, por lo que si no hay una respuesta más efectiva este proyecto quedaría inconcluso”, alerta.
Durante el recorrido fueron observados varios focos de basura, justo donde bajan lagunas de las cañadas por el Parque Ecológico fluvial.

Tomado de https://hoy.com.do

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